El Centro Óptico Mattachini de Turín es el ejemplo de como sea posibile transformar las limitaciones arquitectónicas en fortalezas que realzan la decoración de la tienda. El suelo y el techo, previamente diseñados para un banco, entran en armonía con los muebles de la óptica, en los tonos de blanco, madera y gris paloma. Las diferentes geometrías de la iluminación y las combinaciones animadas de color en algunos complementos para amoblamiento hacen la atmósfera más dinámica y urbana. Los nichos y los expositores para gafas son iluminados de LED, para destacar las monturas de la mejor manera posible. El escaparate de la óptica, constituido por la alternancia de cubos y puentes expositores en cristal sobre soportes de madera, atrae la atención de los clientes potenciales.